Llevo todo el día pensando en First Dates y dándole vueltas a cómo sería mi prototipo de persona ideal. Una vez me enamoré de una rana, su piel verde y sus saltos de diez centímetros me volvían loco. En otra ocasión me encamoré locamente del café solo, ese cuerpo y ese aroma me fundían los empastes. Y últimamente no puedo vivir sin Netflix. Así que no sé muy bien cómo será mi prototipo de pareja ideal. ¿Quizás una rana negra con un cuerpazo y abonada a Netflix? Sólo espero que no sea vegana, no soy muy fan de comer tofu, y menos con mascarilla.
Conociéndola como la conozco, creo que su vida se debate entre el efímero encanto de la conquista fácil y el poder eterno del amor verdadero. Vuelvo a tener una cita a ciegas con la arrolladora chica de hace un par de semanas, la que me ordenó bajarme la mascarilla y urgó en (casi) todos mis orificios. Ahora dice que quiere mi sangre. ¿Será un eufemismo?
Anda que estamos para exquisiteces!
ResponderEliminarPues también es verdad...
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